Ya he comenzado a afilar mis garras.

Regresaras con las luces de la madrugada,
Al resiento de dudosa construcción,
Te cobijaras con las mejores pieles,
Y te regocijaras de la cálida habitación.

Miraras un poco de televisión,
Buscaras algo efímero y gracioso,
Te rascaras tus partes,
Y sentirás mas placer aún.

El lunes desayunarás primeras marcas,
Y las servirán manos de alguna provincia Argentina,
te saciarás hasta lo ultimo de tu ser,
desactivaras la alarma,
e iras con una sonrisa a tu templo de sumisión.

Allí mostrarás una sonrisa complaciente,
Y ocultaras tus deseos verdaderos,
Checkearas nuevamente tus costos fijos,
Y harás tus planes sobre ellos.

Mientras tanto yo escribo estos versos,
Inmerso en un laberinto al que ya me he resignado,
no hay salida de estas paredes de tristes pupilas y miseria,
Algo me ha enajenado a estos pensamientos.

Disfruta al máximo estos días,
Pues en el tiempo que macabramente tu empleas,
Yo gesto una matanza,
Tu muerte es mi destino,
Tus arcas volverán al pueblo.

Así que comienza a adornar tu pecho con yelmos,
Pues yo ya he comenzado a afilar mis garras,
Sentirás en tu nuca el jadeante zumbido,
De siglos regados,
De sumisión, dolor y miseria.

No me escondo tras palabras,
Solo hablo a través de hechos,
En corto tiempo encontrarás mis ojos,
Ardientes como un gladio sudamericano.

3 comentarios:

africa dijo...

Muy bueno !!! que historia...no pense que iría así...me gusto ir descubriendo lo que querias transmitir !

danteno dijo...

fabulosa historia!!!!

me gusto!!

saludos.

amigo-rocha dijo...

Me parece que para hacer un comentario bien hecho de tu hermoso poema debo primero leerlo e interpretarlo un poco más.....lo cual haré en estos dias...saludos Quique