Seis de la mañana.

En la ciudad comienza a dibujarse,
El umbral que divide a la noche del día,
Comienzan a oírse el silbido de las pavas,
Y de los microondas que calientan el café.

Los hombres se han adaptado a la vida,
O tal vez la vida se ha adaptado a los hombres,
Cada cual deberá enfrentarse a su destino,
Que es de hierro y jamás sumiso.

Yo me encuentro refugiado,
Entre cuatro paredes en un tercer piso,
Las siento cada vez más próximas,
Y con cada sorbo más envilecidas.

Yo he optado por las letras,
Y me he quedado afuera de ese otro mundo,
De esas risas que desfilan por la acera,
Y del futuro próspero y brillante,
Del burgués que combate la tristeza,
Con sus domingos en el shopping.

5 comentarios:

mayo26 dijo...

Asi es todo comienza en las mañanas la rutina aparece y la vida continua pero el escribir en cierta forma nos aleja
de la vida que hay alli afuera.
Saludos de mayo26

etnad dijo...

Muy bella manera de hablar de lo cotidiano y de ver como se aisla uno sin querer del mundo.

danteno dijo...

wo que cambio. Muy buena forma de expresar.

mar38________ dijo...

Excelentes letras , fuera de lo cotidiano este mundo de las letras , donde hay mucho infinito en todo
me encantó , un placer leerle poeta , saludos .....

sohan dijo...

Hola corazon excelente manera de expresar lo cotidiano. Besos